La población infantil es parte de esta población y su mejor desarrollo debe ser favorecido mediante programas que incorporen, entre otras cosas, la nutrición, la salud y la educación.

El sistema educativo vigente no incorpora en su obligatoriedad la asistencia de los niños desde su nacimiento hasta el ingreso al primer ciclo de la escuela primaria o los cinco años. En los sectores más vulnerables, la asistencia de los más chicos a una propuesta pedagógica y de contención es extremadamente limitada.

Pero a través de una decisión política, el Estado puede y debe generar mecanismos para que esta situación se pueda ir revirtiendo. No sólo con recursos y decisiones propias sino incentivando a los privados o al sector de las organizaciones intermedias a generar espacios tan importantes como lo es el Jardín Maternal previo al preescolar obligatorio.

Incentivos para quienes pretendan la formación de jardines particulares, la incorporación de los establecimientos educativos del nivel terciario o universitario de capacitación son sólo algunas de las herramientas a las que podemos acudir para enfrentar la situación.

En este contexto, la propuesta del actual concejal y candidato a intendente de nuestra ciudad, José Corral, de ampliar la oferta educativa para el sector, es absolutamente importante y decisiva para la concreción de estas políticas, en este caso desde el Estado Municipal y es por ello que adherimos con énfasis y compromiso.

Hoy el municipio cuenta con dos experiencias de jardines. Una en la Guardia -Jardín la Costerita- y otro en barrio San Lorenzo -Solidaridad II-. Ambas iniciativas se llevan adelante con una importante asistencia de niños provenientes de los sectores desfavorecidos, brindando desde hace años el servicio educativo para que puedan ejercer el derecho a la igualdad de oportunidades que antes manifestábamos.

Esta institución -el jardín municipal- cumple una función específica en la comunidad en la que está inserta y va mucho más allá de políticas sociales asistenciales, que muchas veces siendo absolutamente necesarias y respondiendo más al requerimiento de cuidado, alimentación y vivienda, no consideran la tarea pedagógica social que hoy también es una necesidad básica, elemental para garantizar un buen desempeño posterior en la escuela.

Es evidente que las carencias socioeconómicas y culturales también limitan el desarrollo de los niños que muchas veces ya poseen disminuciones funcionales en algunas áreas de su desarrollo, sea la audición, el lenguaje, la inteligencia o la motricidad.

Muchas veces la sociedad hace una selección de determinados individuos con base en sus categorías de aceptabilidad, las cuales marginan a los sujetos que no las poseen. Si a esto se le agrega la escasa existencia de oportunidades educativas para el niño que vive en determinadas zonas urbanas, esto nos lleva a pensar que los niños que presentan ciertas limitaciones en su desarrollo, y no reciben una estimulación suficiente durante la primera infancia, acrecientan con ello aún más su posibilidad de no inserción en el mundo competitivo en donde van a vivir en el futuro.

En la ciudad de Santa Fe existen antecedentes que avalan la propuesta de Corral. Las ordenanzas Nº10.275 y 11.328 son algunos de los ejemplos de un Estado que tiene las herramientas y los recursos para mejorar en este aspecto.

Poner en la agenda política estos temas merecen el reconocimiento y nuestro compromiso de fortalecer aún más lo que se viene haciendo en la ciudad, involucrándonos con decisión en estos aspectos tan trascendentes para el desarrollo de nuestra población