Intentaremos dar algunas respuestas:

Es sabido que existen casos de nacimientos de alto riesgo, sea por prematurez, bajo peso gestacional o por otras circunstancias que afecten la salud, tanto de la madre como del niño y que por su ocurrencia requieren que los neonatos permanezcan internados varios días.

El nacimiento de un prematuro siempre asusta y la confusión inicial es grande. Debido a esta circunstancia es que venimos proponiendo desde hace algunos años la creación de las residencias maternas. Entendemos, que deben ser lugares de contención, en donde a las madres, además de bríndales un lugar cómodo (con baños, camas y alimentación) se les pueda ofrecer capacitación en oficios, se les pueda enseñar a leer y escribir; se les pueda instruir en hábitos saludables para ellas y sus hijos; se les pueda brindar información sobre los derechos que les otorgan leyes vigentes ante casos de violencia familiar, salud reproductiva y procreación responsable; entre otras cuestiones.

Muchas madres provenientes del interior no tienen donde albergarse y deben volver a su lugar de origen, generando un alejamiento con el niño al que si pueden, cada tanto vienen a ver. Lamentablemente puede ocurrir que ya no vuelvan, es decir, abandonan a su hijo y deben ser obligadas a retomarlos por medios coercitivos.

Evitar la separación o alejamiento entre madre e hijo, en especial desde el nacimiento hasta el momento del alta médica, es el objetivo principal en la creación de las Residencias para Madres.
La sola presencia del afecto materno es un factor determinante y muchas veces, bajo la supervisión de las enfermeras, pueden desempeñar diferentes funciones tales como control de la temperatura, higienización, cambio de pañales, contacto piel a piel -madre canguro- etc.

Muchos especialistas entienden que la figura de la madre en los primeros días de vida del recién nacido constituye una herramienta fundamental para favorecer y coadyuvar en los procesos tendientes a promover y proteger la forma natural de alimentación, es decir la lactancia materna, la cual ofrece innumerables e irremplazables beneficios. Al amamantar, la mamá establece un vínculo afectivo muy necesario para el bebé que recién empieza a desarrollarse y le transfiere anticuerpos, proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales, vitaminas, hierro en su justa medida y en concentraciones que se irán modificando a medida que crezca el niño según sus necesidades. En definitiva con ello el niños desarrolla con más facilidad su sistema inmunológico.

La creación de estas Residencias para Madres traería aparejado no sólo beneficios para las madres, los cuales se trasladarán al seno de sus familias, sino también para los recién nacidos. Llevar a cabo esta propuesta no implica importantes erogaciones para el Estado, sobre todo si los comparamos con los beneficios que consideramos traería aparejados para los recién nacidos, basado en una mejor alimentación, mejor desarrollo intelectual, mejor calidad de vida, en definitiva mejorarían sus posibilidades. Iniciativas como estas son fundamentales para reducir la mortalidad y la desnutrición infantil.

Debemos convencernos y convencer a nuestra clase dirigente, de la importancia de construir estas Residencias en las maternidades públicas o Centro Perinatológicos existentes en las distintas ciudades de nuestra provincia, ya que no son muchos los ejemplos a nivel nacional, lo que nos transformaría en verdaderos precursores en iniciativas de esta índole.