Todos
nos quejamos, pero lo cierto es que a diario vemos pasar una realidad
inconcebible y no solo que no podemos regularla sino que además
no le damos la importancia que corresponde.
Que en los
establecimientos educativos se promocione y venda comida chatarra,
sin horario ni control es por un lado una enorme contradicción
y por el otro, un riesgo.
Es una contradicción
porque en cualquier establecimiento educativo, sea de gestión
pública o privada, se deben promocionar actitudes y modos
sanos de alimentación, que sirvan para un mejor desarrollo
y crecimiento de la persona. Sería abundar decir que es
la escuela un lugar preponderante en el proceso educativo de la
persona, que constituye una referencia social y es, además
de la familia, un lugar de contención y generador de hábitos.
Por otro lado
es un riesgo. Estamos desvirtuando y naturalizando el objetivo
que debe tener una cantina dentro del espacio escolar. Estamos
degradando la autoridad que debe tener el Estado en los propios
establecimientos escolares, y estamos dejando pasar una oportunidad
mas en el proceso de enseñanza y aprendizaje promocionando
hábitos y costumbres que en muchos casos pueden traer consecuencias
irreparables.
Las cantinas
pueden y deben ser sustentables económicamente. Pero dentro
de una escuela deben propender a la alimentación saludable.
El problema que enfrentamos es complejo y tiene que ver con la
alimentación y la malnutrición de los más
chicos. Debe abordarse con acciones integrales y con decisiones
políticas que marquen rumbos a la sociedad en su conjunto.
Es imprescindible
y urgente coordinar, planificar y aplicar acciones de promoción
y protección de la salud, tendientes a mejorar el estado
nutricional de las futuras generaciones.
Hoy la escuela
en este aspecto desvirtúa su rol, por que malenseña
en un lugar donde los chicos deben ir a aprender. Nos privamos
de enseñar bien en un lugar multiplicador por excelencia
y de alto impacto en la comunicación hacia el resto de
la sociedad.
Así
como pudimos implementar en las escuelas un espacio de concientización
para aprender y enseñar sistemas electorales, para "familiarizar
a la ciudadanía" con respecto a nuevas formas de elegir
¿Por que no lo podemos utilizar para transmitir, aprender,
familiarizar y enseñar una educación verdaderamente
saludable? No solo no lo hacemos. Hacemos todo lo contrario!
La obesidad
es hoy una de las patologías más importantes relacionadas
con la malnutrición por excesos, deficiencia de micronutrientes
o desnutrición oculta. Se afirma que los mayores desencadenantes
de la obesidad son la alimentación inadecuada y la disminución
de la actividad física. Hace unos años el Ministro
de Salud y Ambiente de la Nación expresó categóricamente:
"Hoy, la bomba sanitaria que tenemos a futuro, es la obesidad.
En 40 años a la especie humana le pasó lo peor que
le podía pasar: come un 30% más, duerme un 30% menos
y hace un 40% menos de actividad física. Lo que está
pasando con la alimentación es una epidemia, y como tal
debe ser tratado".
Lamentablemente,
a pesar de haber logrado en dos oportunidades la media sanción
de un Proyecto de Ley en la Cámara de Diputados, no hemos
podido avanzar en la sanción definitiva en la Cámara
de Senadores. Creemos que en este tema ha faltado decisión
política. Tal vez sea considerado como una cuestión
menor, pero seguramente lo vamos a lamentar en el futuro.
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