18/06/2009
La memoria del Senador Reutemann es poco clara y su pasado político está directamente vinculado con la privatización no sólo del Banco Provincia sino del servicio de Aguas.
Autor: Diputado Provincial Leonardo Simoniello

 

Reutemann cree que se lo ataca personalmente a él cuando se le recuerda su pasado. Lo que en realidad se ataca es el modelo que él representó e impulsó desde que se dedicó a la actividad política.

Sin dudas el tema de la privatización del Banco Provincia puso en relieve la verdadera participación de Reutemann en el proceso y un caso de amnesia política digna de destacar. Porque el ex gobernador sigue no recordando. Evidentemente no recuerda el mensaje que mandó a la legislatura en el año 1994. No recuerda su relación coincidente y contemporánea al proceso, con los hermanos Rohm. No recuerda si le pidió a su sucesor que termine con el proceso del Banco. Evidentemente tampoco debe recordar si por aquellos días era menemista, o cuando se volvió Kirchnerista o por que se volvió antikirchnerista.

Son una lástima, en este caso, los "no recuerdo", las rebuscadas interpretaciones y los "no me avisaron", porque se hace difícil discutir de políticas y convicciones con personas que no se pueden hacer cargo de su pasado reciente frente a los destinos de la provincia.

Porque si hubo otra privatización emblemática, plagada de dudas y con un desenlace lamentable en nuestra provincia fue la entrega de los servicios de aguas y cloacas a manos del grupo catalán Suez y que a partir de Diciembre de 1995 dejó a las 15 principales ciudades de la Provincia, cautivas de promesas de inversión que nunca llegaron y con servicios que nunca se expandieron. La promesa de inversión por 1200 millones de dólares nunca se ejecutó.

Mientras tanto, esta desinversión en obras públicas, en sectores realmente necesitados, provocaron un impacto negativo en los distritos servidos. En la ciudad de Santa Fe, a modo de ejemplo, podemos calcular una desinversión que ocasionó que el 40% de nuestros vecinos no tengan servicios y muchos no tengan agua potable, pese a los esfuerzos municipales de instalar sistemas alternativos.

Porque el fundamento que sostuvo el gobierno de Reutemann a la hora de impulsar la Ley 11220 sancionada el 24 de noviembre de 1994 fue la falta de inversión. De la falta de capacidad de la Ex Dipos de financiar las obras necesarias para la extensión de los servicios pasamos en un año y medio a la primera renegociación del contrato con la empresa. Esta renegociación duró un año y medio mas. Mientras tanto se suspendieron las inversiones y luego, se reformularon los plazos de obras que inclusive nunca se cumplieron

Es decir, privatizamos una Empresa del Estado con la excusa de incorporar obras, inversiones y servicios que nunca llegaron. Poco tiempo después, llegó la segunda renegociación, con aumento en el precio del servicio y una nueva reformulación de las obras. Para la Provincia, un negocio nefasto.

Durante la década menemista, los empleados ejecutores de las políticas de aquel entonces fueron muchos. Reutemann fue uno de ellos. A lo largo del tiempo, no pudieron justificar la privatización ni del Banco Provincia ni de la Dipos. En esta última Aguas Provinciales se quedó con la Empresa estatal sin desembolsar un peso y sin comprometer canon. No se realizaron las obras, no se incrementaron los servicios y hoy inclusive afrontamos un litigio en el Ciadi de mas de 300 millones de U$S. Otro gran negocio para los santafesinos del cual nadie se hace cargo.


 


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